Cuantas veces escuchamos a una Mamá o a un Papá decir la frase popular "Sana, sana, colita de rana, si no sana hoy sanará mañana". Esta frase estaba acompañada de un abrazo protector para el hijo que se cayo y se lastimo. Esta tierna contención de familia es la misma que Dios pretende de nosotros por aquellos que se equivocan en sus decisiones y cargan con el dolor y la vergüenza por mucho tiempo. El apóstol Pablo hace hincapié en Gálatas 6 como ayudar y contener a las personas. 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
El relato nos propone llevar también nosotros el peso de esa mochila que carga con angustia, dolor y arrepentimiento de aquel que se equivocó. Notemos que la sugerencia es para los que son espirituales, que se distingan por su bondad, amor y mansedumbre apoyandando al necesitado.
Que en este nuevo día podamos demostrar que somos fieles a Dios bendiciendo a los demás, sin juzgar para no ser juzgados.
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