A sus marcas, listos, ¡YA!... llegamos al mundo y comenzó la carrera de la vida.
Todos los años se van sumando etapas, algunas buenas, otras malas y algunas muy malas; pero lo importante es sumar y detenernos en lo bueno, dejando atrás todo aquello que pueda influir en nuestras emociones. Parece sencillo pero no lo es...
Es por eso que Jesús nos dice en Marcos 2:17 que Él es el médico que vino a sanarnos.
Aceptemos su invitación y comencemos un Nuevo Año siendo sanados por su poder y así avanzar hacia la meta, proyectándonos a vivir el mejor año.
¡Que Dios nos guíe por sus caminos de bendición en este nuevo año 2014!
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